La camiseta de la selección nacional es uno de los objetos más preciados para cualquier fanático del fútbol. Sin embargo, con el paso del tiempo estas se convirtieron en un activo cada vez más importante para las marcas que las fabrican.
Actualmente marcas como Nike, Adidas y Puma pagan fortunas para dibujar su logo. En esa transacción, estas compañías están comprando dos cosas: en primer lugar, una obscena exposición a nivel global en eventos como la Copa del Mundo, la Eurocopa y la Copa América. Piensen que estos torneos son vistos por más de 5 mil millones de personas alrededor del planeta.
En segundo lugar, ese desembolso de dinero les otorga el derecho a diseñar, producir y vender las camisetas en cuestión. Por lo que, también recuperan parte del gasto con la venta misma de la indumentaria. Adidas, por ejemplo, habría despachado más de 3 millones de unidades de la selección alemana luego de que se coronara en la Copa del Mundo de 2014. Y la cifra de la selección Argentina luego de Qatar 2022 habría sido todavía más alta.
Sin embargo, este negocio no siempre funcionó así. La exposición que hoy consiguen las marcas en un Mundial no existía en las primeras ediciones allá por 1930. Recién en 1966 se realizó la primera transmisión televisiva global de una final de Copa del Mundo. Previo a esto, simplemente no había manera de que tanta gente vea los logos asociados a los equipos.
Además, el mercado de venta de camisetas tampoco existía en aquel momento. A nadie se le ocurría andar por la calle simulando ser un jugador profesional de la selección nacional. Se cree que las primeras réplicas se compraron recién en la década del 70, y no fue hasta los 80 que comenzó a volverse algo habitual entre los fanáticos.
Por lo que, las empresas no tenían incentivos a desembolsar grandes sumas de dinero para dibujar su logo y luego salir a vender camisetas. De hecho, en las primeras ediciones de la Copa del Mundo ningún equipo tenía la marca de la compañía que había fabricado la indumentaria. Incluso en la edición de 1962 la mitad de las federaciones nacionales produjeron sus propias vestimentas.
Pero el alcance de la televisión fue cada vez más grande y a partir del mundial de 1974 empezamos a notar los cambios. Esta fue la primera edición en la que se observó un claro interés por figurar en la camiseta. Y si había una marca que dominaba la escena en aquel momento, esa era Adidas. De las 16 selecciones que participaron, 12 lo hicieron bajo indumentaria de la compañía alemana. Este dominio continuó durante décadas. En la edición de 1990, 15 de los 24 equipos estaban vestidos por las tres rayas.

Fuente: Footballkitarchive
Sin embargo, todo cambió cuatro años más tarde. Si hay una fecha que debería figurar en los libros negros de Adidas, esa es 4 de julio de 1988. Aquel día, en Zurich, la FIFA le otorgó a los Estados Unidos la organización de la Copa del Mundo de 1994.
El evento fue un éxito a nivel económico. Más de 3.5 millones de personas asistieron a los estadios a lo largo de toda la competencia. El problema para Adidas fue que, en uno de esos lugares se encontraba Phil Knight, nada más ni nada menos que el fundador de Nike.
Días después de la final en la que Brasil consiguió su cuarto título mundial, asombrado por la convocatoria global que tenía este deporte y lo que generaba en la gente, Phil declaró que Nike se volvería la marca de fútbol número 1 en el mundo.
Cuatro años después de aquella declaración, en Francia 98, seis naciones llevaban el icónico swoosh de Nike en su camiseta: Italia, Países Bajos, Nigeria, Corea del Sur, Estados Unidos y, la mayor conquista de todas, el campeón defensor Brasil.
Particularmente, aquel contrato con la selección sudamericana representó el más elevado en la historia hasta ese momento. Nike habría pagado 200 millones de dólares por un plazo de 10 años. Es decir, un promedio de 20 millones por temporada. Para que tengan un punto de referencia, se cree que Adidas gastaba 10 millones al año para vestir a la selección alemana.
Y la inversión dio sus frutos. En aquella edición de 1998 la selección brasilera alcanzó la final y cuatro años más tarde, también con la marca de Phil Knight al frente, alzó su quinta Copa del Mundo. Nike había hecho su gran entrada al mundo del fútbol.
A partir ahí, la empresa continuó aumentando la cantidad de selecciones que llevan su logo. Quizás los dos acuerdos más relevantes fueron con Inglaterra en 2013 y con Francia en 2011. Este último caso significó una gran pérdida para las tres rayas, quien había vestido al equipo francés desde 1972.
Finalmente, así como Adidas dominó el mundial de 1990 con 15 selecciones, Nike alcanzó un total de 13 en Qatar 2022, desplazando por primera vez a la compañía alemana, quien consiguió apenas 7.

Fuente: Footballkitarchive
Pero Nike no terminó allí. La empresa estadounidense decidió meterse en el patio trasero de Adidas y quitarle la selección más importante que tenía, aquella que lleva su misma bandera: Alemania.
Recientemente se dio a conocer que la Federación Alemana de Fútbol le otorgó a Nike el derecho para vestir a la selección desde 2027.
Este es, probablemente, el cambio de marca de una selección nacional más importante en la historia del fútbol. Tal fue la repercusión de la noticia que representantes del gobierno alemán declararon que no están de acuerdo y que les costará mucho ver la camiseta sin las tres rayas.
Por parte de la Federación Alemana de Fútbol, encargada de tomar la decisión del cambio, argumentaron que Nike hizo por lejos la mejor oferta desde el punto de vista financiero, y que la compañía demostró un claro interés en apoyar el desarrollo del fútbol en el país.
Mientras que la Federación recibe actualmente cerca de 50 millones por parte de Adidas, bajo el nuevo acuerdo con la empresa estadounidense pasará a cobrar 100 millones al año. Es decir, el doble. Con este contrato, Nike vestirá a la selección alemana hasta el mundial de 2034 inclusive.
Veremos si Adidas será capaz de recuperar lo que representa gran parte de su historia. Si hay algo que está claro, es que Phil Knight se sigue acercando al objetivo de que su marca sea la número uno del fútbol.
Nos vemos la próxima.
Santiago.