Manchester City es el club inglés más ganador de la última década. Y si bien algunos dirán que se debe únicamente a las grandes inversiones árabes, la realidad es que el club va mucho más allá de eso.
Comencemos por el principio. El jeque Mansour bin Zayed de los Emiratos Árabes Unidos se hizo con la institución en 2008 por un precio cercano a las 200 millones de libras. Actualmente, según Forbes, el City vale unas 4.000 millones. Es decir, 20 veces el monto pagado por Mansour en aquel momento.
¿Qué ocurrió en el medio? Bueno, esencialmente se invirtió una tonelada de dinero y se implementó una visión del fútbol que hoy el resto de los clubes buscan replicar.
Comencemos con la inversión económica. Para que tengan una idea, en sus primeras tres temporadas, el jeque se habría gastado más de 500 millones de libras entre transferencias de jugadores y sus respectivos salarios. Y la verdad es que no ha frenado desde entonces. Si hacemos la cuenta hasta la temporada 2023, el saldo negativo por transferencias alcanza los 1.500 millones de euros. Ningún club ha desembolsado tanto en el mismo período de tiempo.
Por lo que, la respuesta es que sí, el dinero jugó un rol principal en lo que hoy es el Manchester City. Pero el dinero por sí mismo no garantiza el éxito. Y es aquí donde entra la visión de la que les hablaba hace unos segundos. El club encontró a la persona ideal para construir su imperio: el español Ferrán Soriano.
Soriano tiene una idea muy interesante acerca de cómo deben funcionar los clubes de fútbol de primer nivel. Según él, estos deben pensarse como compañías multinacionales que buscan desarrollar su marca a nivel global. Y la forma de llevar a cabo esa tarea es mediante la incorporación de franquicias y academias distribuidas por el mundo. Veamos cómo lo implementó.
En 2012 el español tomó el rol de director ejecutivo en el City y no dejó pasar ni un segundo. Al día siguiente de haber asumido, viajó a Estados Unidos para negociar una nueva franquicia en la MLS. Nueve meses más tarde, el 21 de mayo de 2013, el New York City FC fue inaugurado. De esta manera, el Manchester City tuvo su primer “club hermano”.
Pero Estados Unidos fue apenas el comienzo. Al poco tiempo, adquirieron el Melbourne Heart de la primera liga de Australia y lo renombraron Melbourne City. Luego le siguió el Yokohama Marinos de Japón y la lista fue creciendo a lo largo del tiempo.
Para nuclear a todos los equipos bajo el mismo techo, se creó la compañía City Football Group, de la cual Soriano es director general. Al día de hoy, el grupo tiene participación en 13 clubes. Se los menciono en el orden cronológico: Manchester City, New York City, Melbourne City, Yokohama Marinos, Montevideo City Torque, Girona, Sichuan Jiuniu, Mumbai City, Lommel, Troyes, Bolivar, Palermo y Bahía.
Ahora bien, ¿cómo podría ayudar un club chino al Manchester City? ¿Qué implica exactamente que varios clubes pertenezcan al mismo dueño?
En primer lugar, Soriano entendió que si un club como el Manchester City quiere volverse una marca global, debe conseguir fanáticos alrededor del mundo. Sin embargo, también se dio cuenta de que las personas tienen una conexión emocional mucho más fuerte con los clubes locales que con los clubes internacionales. Es decir, podemos simpatizar por ciertos equipos de otras ligas, pero nuestro corazón siempre estará con aquel que elegimos en el torneo local. E incluso con el de nuestra ciudad o nuestro barrio.
Por lo cual, el City vio en esos otros clubes una oportunidad para atraer nuevos fanáticos. El razonamiento es que quienes sean hinchas, por ejemplo, del New York City FC, muy probablemente también lo sean de su hermano mayor que juega en la Premier League.
Es por esta razón que varios clubes cambiaron su nombre para incluir la palabra City o tomaron los colores y el formato del logo del equipo de Manchester. Fíjense los casos del New York City FC, Melbourne City FC y Montevideo City Torque.

Y, obviamente, lo que está detrás de aumentar los fanáticos a nivel global es una oportunidad comercial inigualable. Más gente significa más llegada, lo que implica, como mínimo, mejores contratos con los sponsors y marcas asociadas.
Sin embargo, con el paso del tiempo la visión de Soriano y del City fue virando. No porque esta idea de la marca no haya funcionado, sino porque se encontraron con una oportunidad todavía más grande: el desarrollo de jugadores y su posterior venta en el mercado de pases.
Verán, una de las grandes ventajas de tener varios clubes es la posibilidad de mover jugadores casi libremente entre ellos. Piensen que un uruguayo podría comenzar su carrera en el Torque, para luego pasar al Girona de España, hacer su llegada triunfal al Manchester City y recorrer sus últimos años como jugador en los clubes que poseen en Estados Unidos o China.
Esto hizo que comiencen a comprar equipos pensando también en el talento que podrían capturar en esas geografías. Según declaraciones de la dirigencia, El Montevideo City Torque, por ejemplo, fue adquirido especialmente con esta finalidad.
La realidad es que, hasta el momento, pocos llegaron a jugar en el Etihad Stadium. La mayoría son enviados a préstamo a otros equipos del grupo. Al día de hoy, el Manchester City ha entregado, por venta o préstamo, al menos 19 jugadores al Melbourne City, 16 al Girona, y otros tantos al Troyes, New York City, Lommel y el resto de sus clubes.
Luego de varios años de llevar adelante esta visión, parece haber demostrado funcionar, porque cada vez más equipos de primera categoría buscan desarrollar un esquema de este estilo. Quizás el otro caso conocido sea el de RedBull, que cuenta con 5 equipos y ha realizado grandes negocios en el mercado de pases.
Según cálculos de la UEFA, actualmente más de 300 equipos europeos se encuentran dentro de una estructura similar, denominada multi-club ownership. Para que tengan una idea de cómo ha crecido en los últimos años, en 2018 el número era de menos de 100. Y si nos vamos al 2012, menos de 40.
En lo que al valor de marca respecta, el City también consiguió grandes avances. Hoy en día se encuentra en el top 5 de clubes con más llegada en las redes sociales, cuando hace unos años ni siquiera figuraba en la lista. Según estudios de Brand Finance, su marca al día de hoy valdría unos 1.510 millones de euros. De esta manera, se colocaría como la más importante del fútbol, superando al Real Madrid que ocupa la segunda posición con un valor de 1.460 millones.
Por lo que, sin descartar que a lo largo del tiempo la institución ha levantado severas sospechas relacionadas al fair play financiero, es un caso que ha probado tener buenos resultados y del cual la industria ha copiado varios conceptos. No hay indicios de que el modelo de multi-club ownership vaya a disminuir en el futuro cercano. En lo que al City Football Group respecta, sólo podemos esperar que continúen ampliando su propia lista.
¡Hasta la semana que viene!
Santiago.