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La Champions League es la copa que todo club de fútbol de Europa anhela conseguir. Pero no lo hacen solo por el reconocimiento deportivo, sino también por la increíble cantidad de dinero que reparte. Los 32 equipos que participan se disputan un premio económico que supera los 2.000 millones de euros. Veamos de dónde se fondean estos premios y cuál es el sistema de reparto.
Esencialmente, la Champions League es un torneo propiedad de la UEFA (Unión Europea de Asociaciones de Fútbol). Por lo tanto, es ella quien se encarga de la organización y posterior explotación comercial.
Al igual que la mayoría de los eventos deportivos, las principales vías de ingresos son 3: Los derechos de televisación, la venta de entradas y los contratos de sponsoreo. Dado que, en este caso, la venta de entradas queda en manos de los clubes, la UEFA se encarga de negociar los contratos de televisación y los sponsors.
Gracias a las cuatro competencias de clubes que tiene la UEFA bajo su dominio actualmente (Champions League, Supercopa, Europa League y Conference League), hoy factura cerca de 3.500 millones de euros. Desde ya, la Champions League encabeza la facturación, y sumada al patido de Supercopa generan 3.211 millones de euros. El 85% del total proviene de derechos de televisación. Así que, veamos cómo funcionan estos contratos.
La Unión renegocia sus acuerdos cada tres años. El que rige para esta edición es uno que va desde 2021-22 hasta 2023-24. Es decir, estamos en el último año. Y este es un dato clave porque la Champions cambiará de formato el año que viene. Pasará de 32 a 36 equipos, significando unos 64 partidos extra (189 en total).
¿Por qué hacen esto? Desde el punto de vista económico, una de las variables clave a la hora de negociar los derechos de televisación es cuánto contenido le otorga esa competencia a la compañía que compra la transmisión. Es decir, no es lo mismo pagar X cantidad de dinero por 100 partidos que pagarlo por 200 partidos. Si ESPN tiene más encuentros, puede mostrar más publicidad y ofrecer más horas de deportes a los suscriptores premium. Por lo tanto, estará dispuesta a pagar más dinero por esa competencia.
Y parece estar dando los resultados esperados para la UEFA. A partir de los contratos que ya firmaron en regiones como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, se cree que podrían aumentar la facturación en un 33% con respecto al contrato actual.
Bien. Ahora que sabemos de dónde salen esos ingresos, tratemos de entender cómo se reparten. En primer lugar, la UEFA tiene que decidir cuánto se lleva cada una de las cuatro competencias. Esto es similar a lo que vimos previamente con la CONMEBOL. En este sentido, del total de 2.732 millones que la UEFA entrega en premios, la Champions se lleva 2.032 millones. Es decir, el 74%. Esto tiene mucho sentido ya que es la que más valor aporta a la hora de negociar los contratos. Luego sigue la Europa League con el 17% y finalmente la Conference League el restante 9%. Fíjense la diferencia que hay entre la Champions y la Europa. Esto es importante para entender la relevancia que tienen las ligas nacionales a la hora de otorgar la clasificación a una u otra competencia.
La siguiente pregunta es cómo reparte esos 2.032 millones que destinó a la Champions. Esencialmente, la UEFA planteó 4 pilares mediante los cuales distribuye el dinero.
En primer lugar, el 25% se reparte de manera equitativa entre los clubes participantes. Esto podemos pensarlo como el premio por clasificarse a la competencia. Estamos hablando de unos 15.64 millones para cada uno de los equipos.
Luego, otro 30% se reparte según los resultados en la competencia. Es decir, el dinero que está en juego en cada una de las fases del torneo.
En primer lugar, la UEFA otorga un extra de 2.8 millones por cada partido que se gana en la fase de grupos y 930 mil euros en caso de empate. A partir de allí, quienes vayan avanzando a las siguientes fases irán cobrando un extra. 9.6 millones por los octavos de final, 10.6 millones por los cuartos de final, 12.5 millones para la semifinal, 15.5 millones para los finalistas y 4.5 millones para el campeón.
Por lo tanto, el equipo que se corona campeón, en caso de ganar sus seis partidos de grupo, podría llevarse un total de 69.5 millones por mérito deportivo. Sumado a los 15.64 millones que mencionamos anteriormente, estamos hablando de 85.14 millones de euros. Al momento de publicar este artículo, los únicos equipos que siguen con posibilidades de obtener la máxima suma por haber ganado todos sus partidos son el Bayern Munich, Real Madrid y Manchester City.
Otro 15% se entrega acorde al valor económico que aporta cada uno de los equipos en términos de mercado televisivo. Es decir, se intenta que una porción de lo que ingresa por derechos de televisación se lo lleven los países y equipos que más audiencia televisiva generan. Esto tiene sentido ya que, al final del día, son los que le permiten a la UEFA cobrar semejante dinero por la retransmisión.
Finalmente, nos queda el último 30% del pozo económico. Y, de hecho, este es el mecanismo que más me llamó la atención. La repartija se hace en base a un ranking que contempla los resultados deportivos de los equipos en competiciones europeas durante los últimos 10 años.
Una vez que tienen ese ranking, arman lo que definieron como “porciones de coeficiente”, donde cada posición en el ranking representa una cierta cantidad de porciones. Mientras que el primero del ranking tiene 32 porciones, el último se lleva una. Cada posición que se escala en el ranking representa una porción, y cada porción tiene el valor de 1.137 millones de euros. Por lo tanto, quien tenga una sola porción se llevará, justamente, 1.137 millones. De la misma manera, quien esté primero en el ranking, y tenga 32 porciones, se llevará 32 veces 1.137 millones. Es decir, 36.38 millones de euros.
Bien. Teniendo en cuenta los últimos 10 años... ¿Quién dirían que ocupa el primer lugar? Sí... Real Madrid. Por lo tanto, al merengue le basta con clasificarse a la competencia para asegurar un cobro de 36 millones de euros (más los 15 millones que vimos más arriba). De esta manera, puede perder todos sus partidos y aún así llevarse más de 50 millones.
En este enlace pueden ver el ranking completo.
Este último punto quizás sea el más conflictivo de cómo reparte el dinero la UEFA, porque está muy sesgado hacia los equipos grandes. Si hay algo que quedó claro a lo largo de la historia del fútbol, y lo cuenta muy bien Stefan-Szymanski en su libro “Money and Football”, es que hay una correlación fuerte entre el nivel de gasto en la plantilla de jugadores y los resultados deportivos. Quizás no en un año en particular, o en dos o tres, pero, a la larga, ganan quienes más gastan. Por lo tanto, que el 30% de los premios se reparta según un ranking que toma en cuenta un total de 10 años, es claramente un formato que favorecerá a quienes pueden gastar más dinero a lo largo del tiempo.
Así que, con esto completamos el total de los premios. La UEFA reparte el 25% en partes iguales, 30% según mérito deportivo, otro 30% según este ranking que toma los últimos 10 años y el restante 15% acorde al valor económico correspondiente al mercado televisivo.
Ahora, cuando vean los partidos de la fase de grupos, ya saben que se están jugando 2.8 millones en ese partido. O que la clasificación a los octavos de final tiene un valor de 9.6 millones. O incluso cómo afectan los resultados de hace una década para los premios que entrega la UEFA este año.
Sin embargo, nos quedó sin responder quizás una de las preguntas más interesantes: ¿Qué tan relevantes son, en realidad, estos premios para los equipos? ¿Qué efectos económicos tiene para los equipos más allá del premio que otorga la UEFA? Dado que este artículo ya tiene más de 1.300 palabras, y la mayoría se habrá quedado en el camino, lo vamos a analizar la próxima semana.
¡Un saludo!
Santiago.